La creación de una startup en Zaragoza fue unas de las mejores experiencias de mi vida y con la que conseguí aprender muchas cosas, tanto a nivel empresarial como administrativo, en un periodo de tiempo bastante pequeño.
Desde febrero de 2015 hasta abril del 2017, estuve vinculado a un proyecto tipo startup llamado Aureel.
Un grupo de personas tuvimos una gran idea para el mundo del deporte y nos pusimos manos a la obra para comenzar a movernos y que se conociese dicha idea.
Hicimos la página web para explicar nuestra idea y abrimos un amplio abanico de relaciones públicas.
Gracias a eso, nos presentamos a varios concursos y aceleradoras y parecía que la idea tenía tirón.
En Zaragoza, conseguimos llegar a la fase final de los premios IDEA del CEEI y accedimos al Semillero de Ideas de Zaragoza Activa en el que estuvimos 4 meses y quedamos segundos en el Semillero Day.
De la mano de Ana Hernández Serena, participamos en YBS Spain y en Bridge for Billions, dos aceleradoras importadas del mundo anglosajón para agilizar ideas y desarrollos.
Después de esto y de tener varios contactos para hacer más grande el proyecto, conseguimos entrar en la aceleradora de la Agencia Espacial Europea (ESA BIC) en Barcelona.
Allí la idea les gustó lo suficiente como para otorgarnos 50.000€ a fondo perdido para Investigación y Desarrollo de nuestro producto de tecnología deportiva, que integraba navegación Galileo.
Fue cuando creamos la Sociedad Limitada donde participábamos varios socios y pusimos todo en orden para ser una empresa con todas las de la ley.
En este momento es donde se puede ver lo difícil que puede llegar a ser en España poder montar una empresa y la poco flexibilidad que hay para nuevas personas que quieran intentarlo.
Las trabas y los trámites para con la administración son cientos y tienes que llevar cierto cuidado para no arruinarte de entrada o cometer algún error tonto de forma, porque si no te echan todo para atrás y vuelta a comenzar.
La verdad que es la parte fea del emprendimiento y la que no te suelen contar en ningún sitio, pero ahí está, acechando a los que van con toda su ilusión a intentar ganarse la vida con sus ideas.
Bueno, después del megatrámite con la administración y mil historias burocráticas, conseguimos formalizar la SL, cada socio con sus participaciones y a seguir trabajando en el proyecto.
Conseguimos dos segundos puestos en el ESNC 2016 (European Satellite Navigation Competition) a nivel Cataluña y a nivel europeo, este último otorgado por la ESA.
Se hicieron diversos contactos para conseguir financiaciones privadas y alguna de ellas se consiguieron.
Se crearon contactos con proveedores del otro lado del mundo para conseguir mejores precios en según que piezas.
La empresa creció y llegado el momento oportuno, vendí mis participaciones para salir de la empresa por diversos motivos, tanto profesionales como personales.
Guardo muy buenos recuerdos de todo el proceso de creación, de ver como iba creciendo gracias al trabajo y la cantidad de horas y horas echadas para desarrollar una idea con un grupo de personas multidisciplinar.
Sin duda, la creación de una startup en Zaragoza y Barcelona, fue una de las experiencias más gratificantes a nivel profesional que he podido tener.
En un tiempo, contaré en otro artículo mis opiniones de cómo habría que montar una startup y qué cosas no hacer bajo todo el prisma de la experiencia que viví y ahondaré un poco más en la experiencia como tal.
También os contaré para los que andáis detrás de buenas ideas, lo que hay detrás de este mundillo.